En un juego de casino de blackjack, los jugadores intentan anotar más cerca de 21 puntos que el crupier. A todos se les reparten dos cartas boca arriba. Si el repartidor puntúa menos de 17, debe dibujar nuevamente. Una puntuación relativamente alta de 15 o 16 coloca al distribuidor en alto riesgo de exceder 21 con la tercera tarjeta.
Al igual que el juego de pontones británico y de la Commonwealth, el objetivo del blackjack es anotar lo más cerca posible de 21 puntos, sin exceder este número. Se cree que se remonta a la España del siglo XVI o XVII, donde se sabía que existía un juego similar. Las posibilidades de ganar en el blackjack son altas en casi 50-50.